BODA "MON AMOUR"


Un día de boda: un viaje en un solo día

El día de la boda tiene todos los matices de un viaje vivido en tan solo un día: la espera, la alegría, la emoción y esa pizca de imprevisibilidad, incluso cuando todo ha sido planificado hasta el último detalle.

Todo comienza con los primeros gestos: la preparación, el vestido, el maquillaje, las primeras sonrisas, la llegada emocionada de los invitados.

La ceremonia es el corazón del día, tanto si se celebra en el ayuntamiento de una gran ciudad como Berlín como en una pequeña iglesia en las colinas de la Toscana.

Cada momento revela belleza y conexiones. Cada pareja tiene un vínculo único con el lugar donde decide casarse, y ese lazo íntimo se hace visible por un solo día.

Después, la recepción: la atmósfera se relaja, la celebración gira en torno a los novios con risas, música, abrazos y alegría compartida.

Como observador de esta energía vital, con mi cámara intento capturar ese flujo de emociones y transmitirlo en cada imagen, sin filtros ni poses forzadas.

Acompaño a los novios con discreción, permitiéndoles moverse libremente entre sus seres queridos y en sus lugares más queridos.

Mi objetivo es contar la historia tal como se vive, con respeto y sensibilidad, preservando la autenticidad de cada instante.

Incluso la presentación final – ya sea un álbum impreso o una galería digital – se aleja de los estándares tradicionales.

Busco siempre un resultado fresco, elegante y capaz de emocionar, incluso con el paso del tiempo.

Porque los recuerdos verdaderos no envejecen: permanecen vivos, como el día en que comenzó vuestro viaje.