La preparación para la boda es el comienzo del viaje conyugal.

La espera antes del encuentro

Los novios aún están separados, cada uno en su casa, rodeados de familiares, amigos y quienes les ayudarán a prepararse para la ceremonia.

Un pequeño buffet, el maquillaje y la ropa sobre la cama, manos que ajustan una corbata o los gemelos, rostros llenos de emoción y la dulce tensión de que todo esté listo y perfecto.

Son momentos hermosos y auténticos que vale la pena fotografiar:

porque permitirán revivir aquello que el otro no pudo ver. Dos historias que suceden en paralelo hasta encontrarse para decir juntos el “sí”.

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